Elevación de Carrizal a Parroquia
Eclesiástica
En la memoria
histórica de Carrizal se tiene registrada que la elevación del poblado inicial
a Parroquia Eclesiástica se produjo el 17 de abril de 1826, bajo la advocación
de San Juan Bautista. Este año 2017 se cumplirá el 191º aniversario de aquel acontecimiento
histórico.
Según Castillo Lara,
(1994), por mucho tiempo Carrizal al igual que San Antonio y Los Teques,
estuvieron unidos eclesiásticamente a San Diego, que era la población mejor
constituida y más antigua de la región de Los Altos. La primera gestión
registrada sobre la petición de los carrizaleños que condujo a la vuelta de los
años a su elevación a parroquia eclesiástica, fue su adhesión a la petición de San Antonio de Medinaceli en
el año 1742 dirigida al Obispo de la Diócesis de Caracas, para que se le
designara un cura capellán para hacer las misas: esta gestión resultó
infructuosa y los feligreses de Carrizal para asistir a misa tuvieron que
seguir caminando o cabalgando las leguas hasta San Diego.
El segundo intento
fue con ocasión de la visita pastoral del Obispo
Mariano Martí a Los Altos, el 22 de octubre de 1772; las familias de Carrizal,
al igual que las de Corozal y Los Teques, expusieron sus respectivas peticiones
para la creación de curatos o parroquias. Como consecuencia de estas
peticiones, Los Teques fue favorecido cinco años más tarde, cuando el 21 de
octubre de 1777 el Obispo Mariano Martí decidió su elevación a Parroquia Eclesiástica
bajo la advocación de San Felipe Neri, cuya jurisdicción eclesial abarcaba los
pueblos de Los Teques, Corozal, San Pedro, San Antonio y Carrizal.
El
tercer intento de Carrizal fue a principios de 1811, encabezados por los
hermanos Álvarez; la petición fue dirigida al Arzobispo de Caracas de entonces,
pero se le opone el cura párroco de Los Teques, Miguel Santana, pues, a su
juicio, significaba restarle ovejas a su rebaño y “las rentas de su curato se
disminuirían en una tercera parte” (op. cit.)
No
obstante la oposición de Santana, el Arzobispo de Caracas Narciso Coll y Prat
ordena el 27 de abril de ese año, levantar un plano de toda la región para
delimitar el ámbito territorial y las almas residenciadas en él; para ello
nombra los peritos quienes luego de concluido el trabajo de levantamiento
proponen lo siguiente: “tomar de la parroquia de Los Teques una legua de
naciente a poniente y dos y media de norte a sur, con cerca de cuatrocientos
habitantes que allí habitan”. De “San Antonio, dos cuartos de legua por un lado
y cinco cuartos por el otro, y como doscientos vecinos. De San Diego, un
terreno de tres cuartos por una y media legua, sin habitantes; y de Paracotos
una legua por media legua, con sesenta almas” (op. cit.). Obsérvese que la
demarcación perimetral propuesta por los peritos, es el resultado de la agregación
de lotes de terrenos de las parroquias preexistentes, que suman unas nueve leguas
habitadas por 660 habitantes.
Fue
tanto el entusiasmo y empeño de las familias de Carrizal por este avance, que
en 1812 remodelaron o terminaron de construir una Capilla ofrendada a la Virgen
del Carmen, pero, la oposición del Cura Santana se hace patente y el Arzobispo
declara sin lugar la creación del curato de Carrizal, el 2 de mayo de 1818; la
razón más importante para no aprobar la parroquia, fue “que los vecinos no
pueden fabricar la iglesia, ni pagar estipendio, ni mantener un cura, dada su
pobreza” (op. cit).
El
cuarto y último intento para la elevación de Carrizal a Parroquia Eclesiástica
fue un rato largo después, que coronó con la creación de la Parroquia de San
Juan Bautista el 17 de abril de 1826, luego de culminadas las guerras de Independencia
de Venezuela y constituidas las autoridades civiles, es decir, ya la decisión
de crear nuevas parroquias no le correspondía solamente al Arzobispado, sino de
manera conjunta con el Intendente de Venezuela, “según el Artículo 1° de la Ley
de Patronato” aprobado dos años antes. Finalmente, la elevación a Parroquia de
Carrizal fue ratificada por el Vicepresidente de la República de Venezuela el
16 de agosto de 1826.
Con
el trajín de la guerra de independencia el tema de la jurisdicción religiosa
quedó relegado hasta que se estableció la República, que ocurrió efectivamente
luego del 24 de junio de 1821, fecha de la batalla de Carabobo que selló la
independencia de Venezuela de la corona española.
La
conquista de la parroquialidad también estuvo asociada a la reactivación de la
actividad económica agrícola y pastoril de Carrizal, a la normalidad de la vida
luego de las guerras de emancipación. Ya Carrizal contaba ese año con una
población de 1.545 habitantes (CIAG, 2011).
De
manera que los carrizaleños tuvieron que esperar 54 largos años de diligencias,
sin cejar en su empeño para lograr el propósito de su elevación a Parroquia
Eclesiástica. En el ínterin, ocurrió
la separación civil de Los Teques, San Pedro y Carrizal del Distrito de
Macarao, el 6 de diciembre de 1810, que le dio al primero la condición de
cabecera de distrito y el nombramiento de Don Antonio José Álvarez Reverón, el
14 de enero de 1811, como primera autoridad en rango de Justicia Mayor. Quizás
la cercanía al centro de la nueva autoridad distrital pudo inhibir a las
familias de Carrizal para seguir insistiendo durante el inicio de la vida
republicana, pero también pudo influir el vínculo familiar y económico entre
las familias en ambos poblados, en este caso de la familia Álvarez de Carrizal
con la familia Álvarez Reverón de Los Teques.
Es
importante destacar, que en la vida sencilla y católicamente abnegada de las
familias de origen canario y mestizo que habitaban estas tierras de Los Altos,
tener una iglesia en su territorio en la que un cura del lugar oficiara misa,
era un logro muy estimable que se valoraba en prestigio y calidad de vida para
la población, porque las otras opciones eran viajar varias leguas a la iglesia
de San Diego o a la de Los Teques cada domingo, en caminos difíciles, a pie y
en monturas de mula, o invitar un cura que viniese a oficiar misa de campaña,
pero no siempre disponible. Por otra parte, antes de la época republicana, la
jurisdicción parroquial otorgada por la autoridad eclesiástica, era determinante
para obtener la identidad de Pueblo y la delimitación territorial bajo el
amparo de la iglesia.
Según
la investigación de Castillo Lara, la Parroquia Eclesiástica de Carrizal nació
con una “cabida de legua y tres cuartos de naciente a poniente y tres leguas
largas de norte a sur”, que según nuestros cálculos se corresponden con el
levantamiento de los peritos en el año 1811. Llevado al sistema de medidas
actual la legua castellana que se aplicaba desde el siglo XV, sería equivalente
a 5.572 o 5.914 metros, por lo tanto las distancias de la Parroquia Eclesiástica
de Carrizal habrían sido las siguientes: entre 9,7 a 10,3 kilómetros de este a
oeste y de 16,7 a 17,7 kilómetros de norte a sur, aproximadamente. Interesante
esta acotación histórica para tomar en cuenta en la delimitación del territorio
y linderos del actual Municipio Carrizal, en relación con los municipios
colindantes.
Finalmente,
Carrizal tuvo su primer cura párroco nueve meses después: el padre José de los
Ángeles Pérez, el 24 de enero de 1827.
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